Amanece en Chicago y los vientos se dejan sentir en esta ciudad
que nos acogió hace más de una década. Para nuestra familia conformada por Tom,
Marquito y quien escribe las cosas no han sido fácil en el proceso de
adaptarnos a una convivencia que tiene en su hogar a un niño con las
discapacidades de mi hijo. Uno de los factores que han hecho posible una vida
en armonía son los eres humanos que nos acompañan
en el día a día.
Marquito & Francis |
Francis Borjas (cariñosamente llamada La Flaca), la asistenta personal de Marco, llego a Chicago
hace diecinueve años para establecerse en la misma ciudad que nosotros. De
nacionalidad mexicana, casada con dos hijos, Francis llega todas las mañanas a nuestro hogar, nos regala una hermosa
sonrisa y toda la disponibilidad de un ser humano especialmente bello,
creativo, dispuesto y amoroso. Francis es más que la asistente personal de
Marco, es nuestra amiga, una parte
importante en la estabilidad emocional de la familia.
Para nadie es un misterio que manejar el día a día de un niño como
Marco implica mucho desgaste físico y emocional que se suma a las tensiones
propias y normales de todos los miembros.
Francis es ese oasis, que nos permite descansar o podernos regalar
momentos de relax que como seres humanos individuales necesitamos para nuestra
tranquilidad emocional.
Gracias a Francis podemos disfrutar de una salida de casa a tomarnos
un café o ir al teatro, trabajar como cualquier mamá o papá entendiendo que
nuestros hijos se encuentran bien cuidados en casa, tener una rutina de trabajo
que reclama toda nuestra atención o ir al Yoga para relajar tensiones. Estas
actividades no podrían realizarse, sino estuviera Francis con nosotros y ser un
soporte en todo sentido para todos los miembros de la casa.